ESTILOGRÁFICAS LA TELARAÑA
Historia de las estilográficas Sheaffer
Los orígenes de la manufactura se remontan a principios del siglo XX. El fundador, Walter A. Sheaffer (1867, Bloomfield, Iowa), el primero de los cinco hijos del joyero Jacob Royer Sheaffer y Anna Eliza Walton, no era un hombre ilustrado en el sentido tradicional del término -por motivos económicos abandonó pronto la escuela para aprender el oficio familiar en las ciudades de Centerville y Unionville- pero poseía visión y formación comercial, habilidades técnicas y el impulso de forjarse su propio sueño.
A sus 21 años, tras varias experiencias como vendedor, había regresado a su ciudad natal e ingresado como socio en una endeudada tienda paterna que ayudaría a relanzar aportando nuevas ideas empresariales.
Hubo que esperar casi otro cuarto de siglo, ya cuarentón y propietario de un exitoso establecimiento del mismo ramo, para tomar la decisión que cambiaría su vida: invertir todos sus ahorros en la fabricación de utensilios de escritura, una postura que parecía un salto al vacío para alguien con familia, posición acomodada y futuro consolidado.
Desde su fundación, Sheaffer Pen Company ha lanzado un sinnúmero de modelos y estilos de plumas, cada uno de ellos con sus propias especificaciones y cualidades distintivas que han logrado colocar a las plumas Sheaffer como una de las mejores en el mercado.
Se puede decir que el primer modelo oficial de Sheaffer fue la pluma Lifetime que hizo su aparición en 1920, posterior a esto saldría al mercado un modelo en metal y ya en 1924 se lanzaría el portaminas con diámetro considerablemente grande que fue bautizado bajo el nombre de Titán. Para 1927 se contaban con hermosos modelos de plumas en las gamas de lujo como la Sheaffer Secretary.
Pese a los problemas que trajo consigo la depresión económica de los 30’s en Estados Unidos, y posteriormente la entrada en escena del bolígrafo que disminuyó el mercado para las estilográficas, Sheaffer Pen Company supo hacer frente a estos obstáculos lanzando modelos más asequibles que iban desde plumas de bolsillo hasta tinteros que permitían utilizar la tinta hasta la última gota.
Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial la escasez de metal a nivel mundial lleva a la empresa a utilizar nuevamente todo su ingenio, es allí donde nace la Pluma Crest de Sheaffer, la cual fue posible gracias al modelo de producción de inyección en moldes la cual permite a la empresa la fabricación de plumas a bajo coste y en cantidades mayores.
Desde entonces y hasta la actualidad, el esfuerzo de la compañía ha sido incesante con el propósito de ofrecer a su clientela una variedad siempre renovada de instrumentos de escritura.
Pluma estilográfica Sheaffer modelo Nononsense caligráfico.
Cuerpo fabricado en resina pulida de color naranja. Tanto el cuerpo como el capuchón tienen este mismo y bonito acabado, uno de los más celebrados de la marca norteamericana.
El cuerpo termina en una forma suavemente redondeada y, cerca de la zona de agarre, encontramos la sección de su cierre a rosca. La propia zona de agarre está realizada en resina pulida negra, en cada uno de los tres plumines caligráficos con los que cuenta el modelo.
El capuchón tiene la famosa forma larga, gruesa y terminada en plano que tan conocido ha hecho a este modelo. Su clip es robusto y acaba en una bola metálica que facilita su agarre. En él figura grabado el nombre de la firma.
El juego cuenta con tres plumines caligráficos, tal y como puede apreciarse en las imágenes, con grosores fino, medio y grueso. Los tres tienen grabado el nombre de la marca, su origen (USA) y la indicación de sus respectivos puntos.
Se presenta en su envase original, que tiene un divertido impresionado con las características y publicidad del modelo. Además, bajo el plástico en el que vienen presentadas la estilográfica y sus plumines, encontramos una hojita explicativa y un juego de cartuchos de tinta de colores.
La estilográfica está completamente nueva a estrenar, procede de un stock en tienda. Una oportunidad única de hacerse con un artículo en perfectas condiciones de uso y a cuyo valor viene a sumarse su calidad de bonita pieza de colección.