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Zeiss Ikon Contaflex Super + Funda de cuero + filtro
Aparte de su cámara profesional, la inalcanzable Contarex (en los 60 costaba más o menos lo mismo que un Seat 600 o un piso modesto), la Zeiss Ikon sacó al mercado a mediados de los 50 una larga serie de cámaras llamada Contaflex. La serie comenzó con cámaras muy sencillas, siempre reflex, pero de objetivo fijo y fue ramificándose en una gran familia que iba desde las manuales y muy sencillas, pasando por las económicas Alpha y Beta y desembocando en cámaras con chasis intercambiables (como la Contarex), automáticas e incluso una serie dedicada a la película en cassette 126. Lo cierto es que a partir de cierto momento las cámaras se volvieron cada vez menos fiables, a medida que se sofisticaban. La prueba es que a partir de esta, la Contaflex Super, hay muy pocas actualmente que funcionen. Esta, la Super (no confundir con la Super B y siguientes) es la última que sacaron que no depende de las pilas, pues es completamente mecánica y el fotómetro es de selenio.
La filosofía de las Contaflex se basaba en un obturador central y en una óptica no del todo intercambiable. El obturador central estuvo muy de moda en aquel tiempo (lo llevaban las Voigtländer Bessamatic, las Kodak Retina Reflex, las Topcon de baja gama y también las Kowa, entre otras), ya que permitía sincronizar el flash a la velocidad máxima (1/500). Una parte de la óptica permanece en la cámara y otra es intercambiable. De fábrica las Contaflex suelen traer un Tessar de 50mm, pero quitándolo se podía poner unos suplementos ópticos que lo transformaban en un angular o un par de teles. Son los famosos Pro-Tessar.
ESTADO: Bueno, funciona todo, el obturador (de 1 segundo a 1/500), las velocidades, el fotómetro, etc. Tengo a la venta algún suplemento Pro-Tessar.