Obra Universo Interior

Esta obra combina colores vibrantes con una textura orgánica que evoca elementos de la biología, como si estuviera capturando la complejidad de células, venas o incluso hojas de una planta.
La simetría de la obra genera una sensación de equilibrio, mientras que los detalles intrincados en las líneas y colores transmiten un dinamismo que simboliza el movimiento constante de la vida. Es una invitación a reflexionar sobre la belleza de las estructuras invisibles que sostienen nuestro mundo y encontrar armonía dentro del caos.
El uso de tonos vivos no sólo transmite positividad, sino que también sugiere una fuerza interior vibrante. Esta obra puede ser interpretada como una metáfora de la interconexión entre el microcosmos y el macrocosmos, entre lo personal y lo universal.