Su paleta en un rico cromatismo que revela su aprendizaje y admiración por la escuela valenciana, del XIX. Así pues, sus cuadros dejan entrever el estilo Sorolla de una luz deslumbrante sobre la pescadora que espera angustiada, o la morbidez marmórea de un bello desnudo en claras reminiscencias del maestro Pinazo.