La escena representa un grupo de personajes que parecen estar descansando de un viaje, ya que al fondo vemos el carro utilizado para moverse. Los protagonistas, sentados en círculo, observan a una joven bailar, vestida con el traje tradicional. La pieza destaca por el potente juego lumínico, en el que un pequeño farol ilumina de manera muy fuerte a los personajes, centrando la atención del espectador en el brillo del traje y el movimiento dinámico del mismo.