Oleo sobre lienzo, bodegon

Una exquisita pintura al óleo que captura la serena belleza de una naturaleza muerta de estilo clásico. La composición presenta un llamativo cuenco de porcelana blanca con un patrón de hojas azules, que domina el centro de la escena sobre un fondo negro intenso.

​A la derecha, dos manzanas de un vibrante color rojo con toques de verde y sutiles brillos que simulan gotas de rocío, añaden un punto focal de color y frescura. El realismo es palpable; se puede apreciar el detalle del esmalte del cuenco con una pequeña mella, y el reflejo de los objetos sobre la superficie oscura que añade una profundidad espectacular.

​El contraste entre la oscuridad del fondo y la iluminación de los objetos crea un efecto dramático y un fuerte claroscuro,