La obra titulada Costa Brava captura la belleza y luminosidad del paisaje mediterráneo con la maestría característica de Rafael Durán Benet. Utilizando una paleta vibrante de verdes, amarillos y azules, el autor crea un equilibrio armónico entre el primer plano, dominado por la vegetación, y un horizonte sereno que conecta el mar con el cielo despejado.
El uso del óleo sobre tabla entelada da a la obra una textura rica que realza las pinceladas expresivas y sueltas, típicas de su estilo postimpresionista. Este paisaje evoca la calma y la atmósfera característica de la Costa Brava, un tema recurrente en la obra del artista.
Rafael Durán Benet (Terrassa, 2 de diciembre de 1931 - Barcelona, 15 de septiembre de 2015) fue un pintor catalán conocido por sus paisajes mediterráneos y su vibrante uso del color. Provenía de una familia con una rica tradición artística, siendo sobrino del pintor y crítico de arte Rafael Benet i Vancells y nieto del pintor y decorador Joaquim Vancells i Vieta.
Aunque se consideraba autodidacta, Durán Benet recibió influencias significativas durante su tiempo en el taller del escultor y pintor Manolo Hugué. Su obra refleja una capacidad única para capturar la atmósfera del paisaje mediterráneo, ya sea en días soleados o bajo cielos grises, destacándose por el impacto cromático y la sensibilidad en la representación de la luz.
A lo largo de su carrera, Durán Benet expuso en numerosas ocasiones, especialmente en la Sala Parés de Barcelona, consolidándose como uno de los referentes en la pintura catalana de paisajes. Su legado continúa siendo valorado por su habilidad para transmitir la esencia del Mediterráneo en sus obras.
El estilo de Rafael Durán Benet se enmarca en el postimpresionismo mediterráneo, caracterizado por:
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