Ramón de Capmany. Vista

Ramon de capmany 88 x 44 cm
AMÓN CAPMANY MONTANER (Canet de Mar, 1899 - Barcelona, 1992). "Plaça de Sant Agustí Vell, Barcelona". Óleo sobre lienzo. Firmado en el ángulo superior izquierdo. Con etiqueta de Barrachina & Ramoneda. Medidas: 88 x 44 cm; 109 x 64 cm (marco). Esta obra maestra de Ramón de Capmany i de Montaner encapsula la esencia misma de la vida urbana, donde la arquitectura y la cotidianidad se entrelazan en una danza de luz y color. La escena retrata una calle emblemática, posiblemente de la antigua Barcelona, con edificios que, a través de su detallada representación, narran historias de tiempos pasados. Las fachadas, con sus texturas y matices, reflejan la maestría de Capmany en capturar la personalidad de cada estructura, otorgándoles una vida propia. La composición se enriquece con figuras humanas que transitan la vía, inmersas en sus quehaceres diarios. Estas siluetas aportan dinamismo y profundidad, permitiendo al espectador sentirse partícipe de la escena. La pincelada suelta y vibrante, característica del impresionismo, dota a la obra de una atmósfera vivaz y efímera, capturando un instante que, aunque fugaz, se torna eterno en el lienzo. La paleta cromática, dominada por tonos cálidos y terrosos, evoca la calidez mediterránea, mientras que los contrastes de luz y sombra aportan volumen y realismo a la escena. Capmany demuestra aquí su habilidad para jugar con la iluminación natural, creando una sensación de profundidad que invita al observador a adentrarse en la pintura. Esta obra no solo es un testimonio del talento de Capmany, sino también una ventana a la vida urbana de su tiempo, reflejando costumbres y ambientes con una sensibilidad única. Su capacidad para fusionar el detallismo arquitectónico con la espontaneidad de la vida cotidiana convierte a esta pieza en una joya del impresionismo costumbrista. Ramón de Capmany i de Montaner (Canet de Mar, 1899 – Barcelona, 1992) fue un destacado pintor, dibujante y grabador catalán. Nacido en una familia noble, nieto de Ramón de Montaner i Vila, fundador de la editorial Montaner i Simón, recibió el apoyo de su tío, el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, en su decisión de dedicarse a la pintura. Se formó en la Escuela de la Llotja de Barcelona bajo la tutela de Francesc Labarta. Integrante del grupo “Els Evolucionistes”, se mostró inconforme con el Noucentisme idealista, fusionándose más tarde con “Les Arts i els Artistes”. Sus estancias en París entre 1918 y 1925 le permitieron impregnarse del impresionismo, influenciado por maestros como Eugène Boudin. Su obra se centra en paisajes urbanos, especialmente de la Barcelona antigua y del Montseny, practicando un estilo naturalista con atención al detalle y un trazo fino. Expuso habitualmente en la Sala Parés y alcanzó notoriedad internacional con exposiciones como la “Travelling Exhibition” en Nueva York en 1926. Además, ilustró ediciones de bibliófilo y fue conservador en la junta del Ateneu Barcelonès durante la presidencia de Pere Gual i Villalbí entre 1952 y 1962. Sus obras forman parte de colecciones en museos como el Museo Nacional de Arte de Cataluña y el Museo Thyssen-Bornemisza.    Poseer esta obra es, sin duda, un privilegio. Su versatilidad la hace ideal para embellecer cualquier espacio, desde un salón hasta un despacho, aportando elegancia y un toque de historia. La riqueza de detalles y la profundidad emocional que emana garantizan que será una pieza central en cualquier colección, deleitando a quienes la contemplen y despertando admiración por generaciones.