Con expresión grave, meditabunda y beatífica, se nos presenta este retrato de un obispo (¿San Agustín?) vestido con una capa pluvial recubierta de piedras preciosas y vistosos brocados.
Sus cabellos y su poblada barba denotan un esmerado tratamiento.
Trabajo de la Escuela Española del siglo XVII en el que es patente la influencia renacentista.
Buen estado de conservación. La obra ha sido reentelada sobre un lienzo de entramado manual. Se ha procedido a su limpieza y a la consolidación y reintegración de las faltas pictóricas.
Bien presentada con marco de madera.
Medidas con marco: 62 x 51 cm.
Meddias sin marco: 53 x 42 cm.