La Corbeta Nautilus visitó Cuba el 24 de Junio de 1908. Fue la primera nave con bandera española en navegar aguas cubanas después del desastre de 1898 y su entrada al puerto de la Habana fue un suceso histórico que no solo marcó un inicio de relaciones diplomáticas entre ambos países, sino que reafirmó el vínculo afectuoso que siempre hubo entre ambos pueblos. Un periódico de la época lo describe de la siguiente manera:
“La llegada de nuestra corbeta dio lugar en la Habana a una explosión de sentimiento patriótico por parte de la numerosísima colonia española, y a una imponente manifestación de simpatía hacia España por parte del pueblo cubano. La recepción que la ciudad hizo a nuestros marinos fue espléndida (…) Esta explosión solemne de fraternidad, entre dos pueblos, a raíz de su separación mediante una larga y encarnizada lucha, es un altísimo y hermoso ejemplo del espíritu de la civilización moderna; y quizá sea este el único caso de la Historia en que tan pronto hayan sucedido a las luchas fratricidas, tantas manifestaciones de mutuo cariño”