La niña no tuvo una infancia buena porque no tenía padres. De vez en cuando la visitaba una bonita señora, a la que quería sin saber por qué. Su vida se quebró cuando aquella señora la liberó de su pequeño universo y, en compañía de un hombre, la llevó hasta una isla cercana a la playa de Australia.
Solo entonces descubrió la verdad de su pasado: es la hija de una mala relación, con un padre poco normal, conoció junto a sus padres unos días de felicidad. Hasta la aparición de Susannah, su hermanastra, una niña bella y diabólica llamada a romper su vida, y un futuro que comenzaría mal.