Antiguo porta reloj de bolsillo de sobremesa, una pieza concebida para exhibir un reloj de valor como un pequeño reloj de pie. Está elaborado en bronce macizo, con una rica pátina que realza los detalles. El diseño es de una gran complejidad ornamental, coronado por dos figuras de querubines o angelitos que se abrazan, creando un punto focal dulce y clásico. La estructura se apoya sobre volutas y patas decoradas en estilo neoclásico o Rococó tardío. La parte central presenta un hueco circular y un cojín o base aterciopelada, para alojar un reloj de bolsillo de tamaño estándar.
Época: Siglo XIX, ca. 1850–1900