En el verano de 1858, Imogen Burnhope y su doncella Rhoda abordan un tren directo a Oxford para visitar a la tía Cassandra de Imogen, quien las espera en la terminal para saludarlas. Sin embargo, nunca llegan. Todos los pasajeros desembarcan en Oxford, pero las dos mujeres no se encuentran por ningún lado. El detective de ferrocarriles debe desentrañar la misteriosa red de su desaparición antes de que Imogen y Rhoda se desvanezcan en el olvido para siempre. Esta es la undécima entrega de la serie Railway Detective.