En este libro, Sandy Franks y Sara Nunnally examinan cómo las decisiones codiciosas y egoístas de un grupo selecto de políticos e instituciones financieras impactan negativamente en la economía y, en última instancia, destruyen la prosperidad de Estados Unidos y el estilo de vida estadounidense. Se detallan cómo Goldman Sachs vendió valores respaldados por hipotecas en Wall Street mientras apostaba en secreto contra su desaparición. También se analiza cómo Sanford Weill, fundador de Citigroup, gastó 100 millones de dólares presionando para que se derogara la Ley Glass-Steagall, que impedía la fusión de bancos comerciales y de inversión, y se salió con la suya. Se ofrecen ejemplos de otros bárbaros modernos, incluyendo la Reserva Federal, Alan Greenspan, Hank Paulson y Timothy Geithner. Se destacan las tácticas impulsadas por la codicia de las corporaciones de Wall Street, incluyendo JP Morgan, Merrill Lynch y Salomon Brothers.