Celia, una niña curiosa y rebelde, se ha ganado el corazón de generaciones de lectores. En este libro, Celia comparte sus aventuras, fantasías e incluso sus tristezas, confiando sus pequeños secretos, como la creencia de que las gatas del cuarto de los baúles son hadas y su dificultad para entender los libros del colegio. Siempre dispuesta a ayudar, Celia demuestra su valentía al intentar evitar que los chicos lastimen a un burro, al emplearse como criada para apoyar a su familia y al intentar bañar a su hermano pequeño. A través de los ojos de Celia, Elena Fortún nos presenta una crónica de la vida de una familia madrileña en los años más importantes del siglo XX.