El detective Harry Hole llega a una calurosa Bangkok. Pero no es por placer, sino por trabajo. El embajador noruego ha sido encontrado muerto en la habitación de un sórdido motel, y ningún testigo se ha presentado. El embajador tenía estrechos vínculos con el primer ministro noruego, y para evitar un escándalo, Harry es enviado allí para silenciar el caso. Pero rápidamente descubre que hay mucho más detrás de las escenas y muy pocas personas dispuestas a hablar. Cuando Harry echa mano de unas imágenes de CCTV que le ayudarán a desentrañar lo que ocurrió aquella noche, las cosas se complican aún más. El hombre que le dio la cinta desaparece, y Harry se da cuenta de que no resolver un caso de asesinato no es el único peligro en Bangkok.