Conni está emocionada porque va a pasar una semana de vacaciones en un centro ecuestre con su amiga Anna. Sin embargo, nunca ha estado tanto tiempo sola y eso le da un poco de miedo, aunque no lo admita. Pero cuando Anna se pone enferma y no puede ir, Conni se siente fatal. ¡Estas van a ser las peores vacaciones de su vida! Los otros niños son tontos y los ponis son traviesos. Pero Conni no se rinde y decide disfrutar al máximo de la experiencia.