Este libro explora el papel del arte en la concepción y reconfiguración del panorama político, ético y social de nuestro tiempo. Marsha Meskimmon argumenta que las obras de arte hacen más que simplemente reflejar y representar los procesos de intercambio transnacional y transcultural típicos de la economía global. El desarrollo de una imaginación cosmopolita es crucial para generar un sentido global de responsabilidad ética y política. Al materializar conceptos y significados más allá de los límites de un estrecho individualismo, el arte juega un papel importante en este desarrollo, permitiéndonos encontrar la diferencia, imaginar el cambio y hacer posible lo nuevo. Este libro pregunta qué significa habitar un mundo globalizado, cómo podríamos hacernos literal y figurativamente cosmopolitas, 'en casa' en todas partes. El arte contemporáneo proporciona un espacio para esta investigación.