En la ciudad costera de Scarborough, en el norte de Inglaterra, una estudiante es encontrada asesinada. Durante meses, los investigadores no tienen pistas, hasta que ocurre un asesinato similar. No se puede identificar una conexión entre las dos víctimas. La ambiciosa detective Valerie Almond se aferra a lo obvio: una disputa en la familia de la segunda víctima. Sin embargo, durante mucho tiempo, no puede ver el veneno que actúa en esta familia y cuyo origen tendría que rastrear hasta el pasado. Valerie Almond tarda demasiado en darse cuenta de que un perpetrador enfermo aún no ha saciado su sed de venganza.