En 1938, en la pequeña ciudad de Drogóbitx, aparece un misterioso doble de Thomas Mann que genera extrañas situaciones. Mientras tanto, en un sótano de la misma localidad, el escritor Bruno Schulz redacta una carta dirigida al auténtico Thomas Mann, esperando que le ayude a encontrar un editor para que sus libros se conozcan en otros países. Bruno, que se gana la vida como maestro de dibujo, anhela dejar su tierra, pues los signos de lo que está por venir son ineludibles y alimentan su inseparable compañera, el miedo. En la mente de Bruno Schulz se suceden visiones oníricas y apocalípticas que prefiguran lo que pronto ocurrirá en Polonia. Maxim Biller ha escrito un relato magistral, con toques burlescos, que se inscribe en la brillante tradición narrativa de la Europa oriental.