Las Bienaventuranzas, que son la carta magna de los cristianos, nos muestran la importancia de la alegría como destinatarios de las promesas de Jesús. Este libro, a través de reflexiones sobre las Bienaventuranzas, nos ayuda a verlas como una realidad viva y experimentable, superando la tentación de considerarlas utopías inalcanzables. Las autoras, monjas cistercienses y benedictinas, demuestran cómo su vocación a la soledad no las aleja de un fuerte compromiso con los más necesitados.