En 1943, destinado en Milán, Konrad Weber malversa fondos dirigidos a la construcción de una escuela. Cuando su nuevo jefe -un joven sin carrera diplomática pero seguidor de Hitler- comienza a indagar sobre el tema, a Weber le proponen un negocio arriesgado pero que lo sacaría de su complicada situación: ayudar a refugiados a huir del régimen. Años después, luego de vivir un tiempo en Suiza, Weber intentará reingresar al servicio diplomático de la República Federal Alemana, pero su pasado volverá a encontrarlo. Bossong administra con destreza saltos temporales y voces en busca de los matices del multifacético Weber, ese hipocondríaco temeroso y oportunista sin convicción alguna, cuya mayor cualidad es su capacidad para pasar desapercibido y que no puede -o no quiere- ver la realidad. Una novela exuberante y aguda que refleja el clima agobiante del nazismo así como el de la Alemania de posguerra que solo quería olvidar.--Cubierta.