Este libro de Thomas Crow explora la pintura en Francia a finales del siglo XVIII, centrándose en las relaciones entre los discípulos de David y su impacto en la creación artística y el contexto político de la época. El autor analiza las obras de artistas como David, Dronais, Girodet y Géricault, revelando su conexión con el mundo revolucionario y su autonomía artística. Una mirada profunda a la historia del arte y la sociedad francesa durante un período de transformación.