En el verano de 1995, Lene Gammelgaard aceptó la invitación de su amigo Scott Fischer para unirse a una expedición al Everest. Tras meses de entrenamiento físico y psicológico, el grupo partió hacia el Himalaya. A pesar de las adversidades, el equipo logró coronar la cima de la montaña más alta del mundo el 10 de mayo de 1996. Lene Gammelgaard se convirtió en la primera mujer escandinava en lograr esta hazaña. Sin embargo, durante el descenso, la montaña cobró la vida de varios expedicionarios, y aunque Lene logró salvarse, esta tragedia cambió su relación con el mundo para siempre. Este libro narra su experiencia y reflexiones sobre este evento.