Este libro, escrito por Martin Steffens, es una reflexión profunda sobre la muerte y cómo enfrentarla. Steffens argumenta que no estamos hechos para morir y que debemos morir a nuestro deseo de control. Cada vez que encontramos un obstáculo en la vida, se nos invita a desprendernos de nosotros mismos. Este consentimiento a la muerte se llama amor. Morir a uno mismo es matar lo que, en nuestra vida, está obsesionado con la vida. Estas 'pequeñas muertes', leídas desde la perspectiva de Simone Weil, indican un camino de desposesión y plenitud. Al final, cuando seamos despojados de todo, nuestra propia vida nos será devuelta.