En 'L'exil à domicile', Régis Debray reflexiona sobre la sensación de sentirse cada vez menos conectado con el presente y más anacrónico. El autor explora las ventajas de esta desconexión, permitiendo revisar con una sonrisa aquello que antes se tomaba en serio: conflictos intelectuales, disputas políticas y planes utópicos. Debray destaca la felicidad de ver resurgir, al final del camino, a los héroes de novela que nos prestaron su identidad, haciendo que nuestra vida sea digna de ser vivida.