En este fascinante libro, Ian Kershaw, uno de los historiadores más destacados de Europa del siglo XX y autor de la biografía definitiva de Hitler, examina cómo la personalidad se combinó con la oportunidad para crear a los déspotas más devastadores de la era moderna, y cómo y por qué otros países encontraron mejores caminos. Kershaw analiza a líderes como Lenin, Stalin, Hitler y Mussolini, así como a figuras como Churchill, De Gaulle y Gorbachov, explorando cómo sus personalidades influyeron en su capacidad para ejercer el poder.