En Múnich, Max creció junto a su gato Mix, con quien desarrolló un vínculo muy profundo. Al independizarse de sus padres, Max se va a vivir solo llevándose consigo a su amado gato. Desafortunadamente, su trabajo lo obliga a estar fuera de casa con frecuencia, y Mix, que está envejeciendo y perdiendo la vista, se ve obligado a pasar largas horas en soledad. Pero un día escucha ruidos provenientes de la despensa e intuye que debe haber un ratón... Otra gran historia de amistad en la diferencia, que divertirá y conmoverá a varias generaciones de lectores, porque esa es la magia de Luis Sepúlveda.