En una fría noche de diciembre, con la luna llena brillando en el cielo de Nueva York, dos personas son brutalmente asesinadas. Las escenas del crimen están marcadas con inquietantes tarjetas de visita: relojes con caras de luna que, según los investigadores, marcaron los últimos momentos de las víctimas. El renombrado criminólogo Lincoln Rhyme identifica al distribuidor de los relojes y se da cuenta de que el asesino, que se hace llamar el Relojero, planea más asesinatos en las próximas horas. Rhyme recurre a su compañera Amelia Sachs para que sea sus ojos y oídos en la calle, mientras ella equilibra la persecución del Relojero con su propio caso de homicidio, descubriendo revelaciones impactantes sobre la policía que amenazan su carrera y su relación con Rhyme.