En el otoño de 1322, la historia parece repetirse en Tavistock. El abad Robert descubre que su barril de vino está vacío y se encuentra un cadáver en los páramos. Sir Baldwin Furnshill y el alguacil Simon Puttock son llamados para investigar, pero pronto se hace evidente que no solo falta vino en la abadía, y que el cuerpo en el páramo no es el último. En medio del mito y el folclore de Tavistock, una historia por encima de todas las demás infunde miedo en los corazones de la gente del pueblo: la de los asesinatos en Abbot's Way.