A los nueve años, un joven campesino de Auvernia nacido de padre desconocido, embriagado por las imágenes de la epopeya napoleónica, Alexandre juró conquistar la gloria. Después de haber amasado un pequeño peculio en las fábricas de la región, aquí está desembarcando en el París de Luis-Philippe... Vívido, audaz, seductor, logrará colarse en el mundo del periodismo, sobre el cual reina Emile de Girardin, el magnate de la prensa popular de gran tirada. Convivirá con celebridades, Hugo, Liszt, Gautier, Nerval, seducirá a las mujeres más destacadas del París mundano o semimundano. Con la revolución de 1848, la carrera política se abrirá a su ambición. Sin embargo, es un destino destrozado, una historia de ilusiones trágicamente perdidas, lo que nos cuentan estas páginas febriles, románticas, llenas de bailes, duelos, intrigas, disturbios. Páginas donde el periodista estrella, autor de Los niños del amanecer y Cartas a la ausente, parece hablarnos en voz baja de sus propias heridas.