En el verano de 1991, en medio del conflicto en los Balcanes, un artista se enfrenta al desafío de crear un monumento que trascienda las divisiones étnicas. A través de las ruinas de la guerra, los recuerdos y las marcas en los rostros se entrelazan, revelando cómo el pasado moldea el presente. Este es un relato gráfico que explora las profundidades de la memoria y el impacto perdurable de la guerra en la identidad y el arte.