Cécile, una joven de dieciséis años, se dirige a la Costa Azul para pasar las vacaciones de verano en una casa junto al mar con su padre y la amante de este. Su padre, Raymond, enviudó a los 25 años y desde entonces lleva una vida de seductor. Elsa, la amante, es joven, mundana y un poco tonta. Cécile ha visto entrar y salir de la vida de su padre a muchas chicas parecidas a ella. El verano transcurre tranquilo hasta que, de repente, Anne acepta inesperadamente la invitación de Raymond y se desata una sutil batalla entre las tres mujeres. Anne es muy diferente a las demás: inteligente, culta, seria. A partir de entonces, la vida cambiará mucho en aquella casa junto al mar. Es dulce hacer creer lo que no crees. Y es dulce contar, perdonar, contar la vida, pero también asegurarse de que la vida se puede contar, medio corazón a medio corazón. Asegurarse de todo, aunque no se crea nada.