En 'Un monde privé de sens', Zaki Laïdi ofrece una interpretación global del mundo tras la caída del muro de Berlín. Argumenta que la globalización ha disociado el significado del poder, dejando a los actores internacionales sin marcos de análisis claros y desorientados por la proliferación de conflictos. La obra plantea la posibilidad de repensar un orden mundial en un contexto de pérdida de sentido, sugiriendo una autolimitación del poder estadounidense y un mayor protagonismo de otros actores, especialmente Europa, en la construcción de un mundo multipolar.