HISTORIA Y ANÁLISIS CURATORIAL
Frederic Lloveras (1912-1983), el gran cronista de las atmósferas urbanas, se aleja aquí de su faceta de acuarelista para firmar un óleo denso y matérico de fuerza expresionista. La obra es un estudio de luz artificial: sobre una paleta de azules prusia y grises acerados, vibran los toques eléctricos (rojos y naranjas) del tráfico urbano.
La audacia reside en su formato extremadamente vertical (79 x 30 cm), que mimetiza la propia arquitectura de la columna de Colón, obligando al espectador a un barrido visual ascendente. No hay dibujo delineado, sino "pura pintura": las palmeras son estallidos gestuales y el cielo presenta una textura trabajada (posiblemente a espátula) que capta la humedad del puerto.
Es una oportunidad de inversión clara: Lloveras es un "Blue Chip" de la pintura catalana (un valor líquido). Además, sus dimensiones singulares la convierten en la pieza perfecta para decorar pilares o espacios estrechos donde un cuadro convencional no cabe.
FICHA TÉCNICA