En este trabajo, Wilson se sumerge de lleno en la Electrónica, el Synth-Pop y el Neo-Disco, minimizando el uso de la guitarra rockera y centrándose en sintetizadores, grooves rítmicos y una producción fría e inmersiva.
El álbum es un trabajo conceptual que funciona como una sátira sobre la obsesión moderna con el consumismo, la identidad y el impacto de la tecnología en la sociedad. Wilson utiliza el sonido futurista y a veces artificial para reflejar la temática de la superficialidad de la era de la información y el comercio electrónico.